jueves, 5 de mayo de 2016

Cedar Pride

Cedar Pride

Si eres buceador, seguro que habrás oído hablar del Mar Rojo. Su contraste entre la aridez del paisaje terrestre y la explosión de color y vida submarina es único en el mundo. Es difícil encontrar unos arrecifes tan bellos como los que aquí veremos. 

El Mar Rojo más conocido y buceado está en aguas egipcias. La parte más al norte de este alargado mar. Sin embargo, en su extremo más septentrional, al final del golfo de Aqaba, una pequeña franja se reparte entre Israel y Jordania: Eilat y Aqaba son respectivamente el único acceso al Mar Rojo de estos dos países. Tan solo 27 Km de costa pertenecen a Jordania. Gran parte de esta costa está protegida como reserva marina. Aqaba es un sitio ideal para buceadores principiantes por la tranquilidad y belleza de sus aguas. Pero también lo es para los amantes de la fotografía submarina o los animales pequeños, pues es un lugar donde podemos encontrar caballitos de mar o peces rana, más difíciles de ver en otras partes del Mar Rojo.




Uno de los grandes atractivos del Mar Rojo en general son sus pecios. Algunos de los más famosos del mundo descansan en su lecho. Tal es el caso del famoso Thistlegorm, un barco inglés hundido por los alemanes en la II Guerra Mundial. O  El Rosallie Muller y el Umbria (en Sudán) también víctimas de este conflicto. 
Podríamos extendernos con una larga lista de barcos hundidos dignos de bucear y entre ellos incluiríamos, sin duda, el nombre del Cedar Pride. Posiblemente, su historia no sea tan interesante como los antes mencionados, pero su visita sí que lo es.

El primer nombre de este barco era, en realidad, Mono Dos. Un buque de carga construido en 1964 en España por una empresa gijonesa llamada Juliana S.A. Era un barco carguero de 74 metros de eslora con capacidad de 1.161 toneladas, que sirvió como barco de mercancías en la Naviera Aznar. Hasta 1968 que se convirtió en el “Puerto de Pasajes” para finalmente recibir el nombre de “San Bruno”. Es en este momento, cuando la Compañía Naviera Libanesa Cedar Pride lo adquirió y le dio su último nombre.


El Cedar Pride llegó al puerto de Aqaba en 1982. Desafortunadamente, en agosto del mismo año, un incendio lo destruyó y 2 miembros de la tripulación murieron durante el accidente. El casco permaneció intacto y a flote durante 3 años ya que nadie quiso asumir los gastos del amarre ni las tasas del puerto. Hasta que el rey de Jordania Abdullah II, apasionado buceador, decidió hacerse cargo de él. 
Abdullah II mandó hundirlo el 16 de noviembre de 1985 para formar un arrecife artificial en la costa jordana y de ese modo convertirlo en un nuevo hábitat para la rica fauna local. Al mismo tiempo, proporcionaba un pecio que hoy en día disfrutan cientos de buceadores. Se aseguró de que se limpiara todo el aceite y otros residuos para evitar la contaminación de las aguas del arrecife. Lo vació por dentro para garantizar la seguridad y eligió un lugar estratégico para que el pecio permaneciera estable en el fondo, evitando así futuros accidentes. Decidió que el punto de hundimiento fuese en un fondo arenoso cercano a la costa, fondo que dragó previamente. 



El Cedar Pride yace ahora, paralelo a la línea litoral, suavemente apoyado sobre su costado de babor, montado entre dos arrecifes y rodeado de un fondo arenoso a una profundidad máxima de 25 metros.
Está señalizado con una boya sujeta al casco y es de fácil acceso incluso desde la costa. Aunque siempre es mucho más cómodo acercarse con una embarcación.

Es seguramente uno de los pecios más fotogénicos del Mar Rojo y el único en el que puedes pasar buceando por debajo de su casco, al estar descansando entre dos bloques de arrecife.

En todo este tiempo, ha sido colonizado por corales duros y blandos. Estos últimos especialmente abundantes en la cofa del barco, convirtiéndose en una de las zonas más fotografiadas del pecio.
Posee zonas de fácil penetración, como el puente de mando y un área abierta en la proa que da acceso a una burbuja de aire. Las zonas de interior están habitadas por bancos de peces hacha, que pasan el día ocultos en la oscuridad de estos hierros. Los meros deambulan junto a ellos. Y los grandes peces napoleón nos acompañan a menudo en la inmersión.

Un lugar en el que puedes bucear muchas veces y nunca llegarás a cansarte.






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